el lobo y el halcon

En medio de un bosque frío y oscuro, vivía un lobo blanco, y su corazón era de nieve.
El lobo no conocía nada mas que su bosque, y estaba enamorado de la luna.

Cada noche miraba el cielo, buscando a la luna que iluminaba la nieve pálidamente a su alrededor. Y una noche… el lobo vio un halcón volar junto a la luna que amaba ¿Qué criatura majestuosa podría lograr algo como eso? Llegar tan alto que tocaba las nubes con sus alas, libre y en paz.
Desde esa noche el halcón fue su mayor obsesión, y se decidió a seguirlo y cazarlo, pues no podría soportar la idea de otra criatura junto a su luna, y no podía comprender la fuerza que lo hacia volar tan alto y tan lejos de la tierra.
La tierra, el suelo... el bosque frió y oscuro es mi hogar, y nuca podría separarme de él. ¿Cómo puede el halcón simplemente dejar el suelo y volar tan alto como la luna? ¿Acaso no teme no poder regresar a la tierra? ¿No siente un lazo que lo ate al suelo como a mí?

El lobo blanco, con corazón de nieve, parado en medio de una laguna congelada observaba con envidia al halcón volar junto a la lejana y pálida luna.
Su confiable suelo no era confiable. Estaba en medio de hielo delgado, y como suele ocurrir con las cosas en las que confiamos ciegamente… el hielo lo traicionó, se quebró y el lobo se hundió en el agua congelada.
Dispuesto a dejarse morir, sin quitar la vista del halcón ni de su amada luna, cerró los ojos y se dejo llevar. Se hundió lentamente y sin luchar.

Alto en el cielo, junto a la pálida luna, volaba un halcón… y cada noche miraba el suelo, buscando con su poderosa vista un lobo. Un lobo blanco que se aferraba a su suelo y que nunca salía de su oscuro y hermoso bosque.
¿Que criatura se aferra tanto a su suelo? ¿Acaso ama tanto su hogar? ¿Es que no siente la necesidad de huir y desatar su lazo con el suelo?
El halcón en el cielo, entre las nubes, junto a la luna… vio con horror como el suelo traicionaba al lobo. Lo vio hundirse sin luchar, lo vio dejar su vida y lo vio… lo vio mirándolo directamente.

Cuando el lobo abrió los ojos nuevamente estaba a salvo… en la nieve, en su bosque, bajo la luz pálida de la luna. Junto a el un halcón agotado, congelado hasta los huesos, con las plumas heladas y las alas rotas.

Observar la luna pálida en lo alto del cielo es algo que el lobo hace aun… porque  es su propósito devolverle a la luna su compañero, el que lleva en el lomo desde que se rompieron sus alas.
Y aunque el lobo blanco, con el corazón de nieve, sigue atado a su suelo y su bosque, tiene un lazo más fuerte con el halcón…lo ama más que a la luna, y lo llevará en el lomo hasta que sane sus alas… con la esperanza de que el halcón vuele nuevamente junto a la luna pálida, en lo alto del cielo cada noche, y que regrese a su lado cada día.